La ventana del lenguaje
La lengua es esa ventana de libertad expresiva
que tanto anhela el ser humano, pues por medio de ella se puede generar una concepción
del sentido de la vida y de las cosas. Con el lenguaje se siente, se entiende,
se expresa, se estimulan partes del cuerpo y también se destruye. Una vez
abierta esta ventana no se puede cerrar dado que el lenguaje acompaña al ser
humano hasta en los sueños.
Con el pasar de los años todo cambia y el
lenguaje no es la excepción, el hablar de los abuelos no es el mismo de los jóvenes,
para un abuelo es difícil de entender palabras como, guiso que se refiere a una
persona mal vestida, güiro hace alusión a un problema o encularse que es cuando
una persona se enamora de otra. Lo mismo pasa con el joven palabras como,
bodrio que es cuando una cosa esta mal hecha, soponcio cuando una persona se
desmaya e infinidad de palabras que son desconocidas en ambas generaciones.
Se puede decir que la generación Z es un imán
de palabras que sin darse cuenta se inauguran nuevos términos y son agregados
al diccionario juvenil en cuestión de segundos, que en cierta parte es algo
lindo porque la siguiente generación querrá buscar las palabras que se
utilizaban antes y así sucesivamente. El lenguaje nunca estará en standby y
siempre habrá una relación de amor y odio con él, amor cuando se dice lo que
siente, cuando se habla de un tema agradable o simplemente se entiende al otro
y odio cuando se dice algo que lastime a la otra persona o no encontrar las
palabras para dar una mala noticia. Pero así es el lenguaje algo muy
impredecible.
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