Crónica- Biblioteca Luis Ángel Arango

 Los pasillos del ¡shuu!

En La Candelaria en el centro histórico de Bogotá, se encuentra un lugar lleno de historia, con varios pasillos por recorrer y varias estaciones en las cuales vale la pena entrar y conocer ese mundo desconocido de la literatura. Es una biblioteca pública, biblioteca patrimonial y biblioteca de investigación mas importante del país y una de las mas visitadas del mundo, recibe aproximadamente 5.000 visitantes diarios. El 20 de febrero de 1958 se inauguró este magnífico lugar que lleva como nombre, Biblioteca Luis Ángel Arango, para los que no sabían lleva este nombre en homenaje a quien fue Gerente General del Banco de la República Luis Ángel Arango en el período de 1947-1957.

Hace tres años había visitado este lugar con 3 amigas pero de afán y solo a lo que iba, me había olvidado por completo de este sitio. Pero el martes 16 de noviembre de 2021, hice la segunda visita que tanto había postergado y preciso ese día no me encontraba con todos los ánimos para hacer el recorrido que este lugar se merece, pues el lunes festivo me había vacunado y tenia malestar. En compañía de mi hermano que nunca había ido empezamos la trayectoria, apenas entramos me empecé a sentir diferente con tan solo saber que varios pasillos nos esperaban y anuncios de "por favor silencio" algo para lo que no somos buenos. 



Fotos: Karla Rodríguez 

En el primer piso encontré una sección que llevaba como nombre "librería" era una mesa larga y grande donde se encontraban libros de historia viejos y con portadas un poco aburridas a libros infantiles con portadas coloridas, al ver ciertos libros infantiles viaje a mi infancia y recordé a mamá leyéndome esos libros en el borde de mi cama y no les miento me dio un poco de nostalgia el saber que el tiempo va demasiado rápido y las cosas se van olvidando como las portadas de esos cuentos.

Foto: Karla Rodríguez
Al llegar al segundo piso nos encontramos con una sala donde habían noticias, libros, periódicos y revistas del ciclismo algo que me emociona mucho, pues es uno de mis  deportes favoritos, me detuve mucho en esa sección además que las cosas que estaban allí se me hacían muy llamativas, no se si era por el color que tenían los notas periodísticas o las ciclas con materiales reciclables, el caso es que me lo disfrute. Pero eso no es todo me adentre mas en esa sala y vi un  microfilm scanner 350II super viejo que me hizo sentir en la época de los 80's  y la verdad nunca había visto un scanner así de viejo y que todavía exista es lo mas loco. Siento que esa sala era como de las reliquias, me encontré con una pared donde estaban las primeras publicaciones de los periódicos mas importantes del país algunos eran, El Latigo, La Siesta, El Espectador entre otros. 

Foto: Karla Rodríguez 

Es impresionante la cantidad de todo tipo de libros que se pueden encontrar allí, cada que entraba a un lugar diferente, pues están divididos como, sala de arte, tecnología, historia, deportes, infantiles y varias mas, tomaba un libro lo abría y olía las hojas desde que tengo memoria ese olor siempre me ha gustado no se porque, yo se es un poco raro, ¿pero todos tenemos cosas raras no?. Algo que me gusto mucho de la sección de arte es los libros que se encuentran, libros de películas, series básicamente lectura llamativa para los adolescentes y también las cabinas que hay si se quiere tener un espacio mas privado para mayor concentración, mas inspiración si se escribe o tener una conexión mas profunda con la lectura. De vez en cuando es bueno estar en un lugar totalmente en silencio en varias ocasiones el ruido del alrededor es abrumador. 

Fotos: Karla Rodríguez 

La experiencia que tuve ese martes fue muy grata,  ya que dicen que cuando se visita un lugar dos veces siempre se ven cosas nuevas y siento que eso pasa  porque la mayoría del tiempo vemos mas no observamos. Recorrer estos pasillos con risas silenciosas que no se ven por el tapabocas pero que los ojos delatan y pequeños murmullos fue placentero. Y puedo llegar a una conclusión y es que ir a una biblioteca es dedicarse tiempo a uno mismo,  simplemente el  hecho de callar por horas o minutos y conectarse con lo que se esta haciendo te hace mas sensible a esa voz interior que todos tenemos y mucho ignoramos por el ruido cotidiano y esa voz puede ser la protagonista de grandes productos, ya sea escritos, pinturas o lo que se este haciendo. 


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